lunes, 29 de enero de 2018

EMPIRE FALLS (RICHARD RUSSO) Y LA PROBABILIDAD DE SUCESOS INDEPENDIENTES

- Podría ser una hermanita
- En nuestra familia dominan los chicos
- Entonces nos tocaría una niña- dijo Miles
- La cosa no funciona así. No es como lanzar una moneda al aire, sabes
- Entonces, ¿cómo funciona?- A Miles sí le parecía que era como lanzar una moneda, y no veía razón alguna para que su padre utlizara tan dudosa lógica sólo porque era adulto
Max le miró, sonriendo de nuevo, aunque Miles deseó que no lo hubiera hecho
- Es más como tirar los dado-dijo Max-. Pero unos dados sin números. Un cubo tiene seis caras, ¿no? En nuestra familia, cinco caras del cubo llevan escrita la palabra ‘chico’ y una sola ‘chica’. Si tuvieras que apostar dinero, ¿tú qué dirías?
Miles hizo sus cálculos. Al cabo de un tiempo dijo:
- ¿Cuántos hijos tiene tío Pete?- El hermano mayor de su padre se había mudado al oeste, a Phoenix (Arizona), hacía veinte años
- Cuatro. Todos chicos
Miles asintió y dijo:
- Y tú me tienes a mí
- También eres un chico, si no recuerdo mal
- Son cinco seguidos. Chica ponía en la sexta cara, ¿no?




La cosa no funciona de ninguna de estas maneras, creo yo. La probabilidad de tener niño o niña es del 50% y no depende de los niños que se tengan antes o después ni de los que tenga tu tío, por supuesto. 
La ley de los grandes números dice que el número de niños se aproximará a la mitad del de niñas cuando el número de hijos sea enorme. Pero sólo se cumple para números enormes, todo conocemos la típica familia de 9 niños de tanto buscar la niña.  Con la pequeña muestra familiar de la que se habla, se trata de puro azar, es decir, que sí sería como lanzar una moneda al aire, un 50%



 

lunes, 15 de enero de 2018

CAMPO DE RETAMAS (RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO), LOS PROBLEMAS CRECEN Y EL EXPERIMENTO DE GALILEO EN PISA

En Pisa no veréis torre ninguna, porque el campo que rige y en que se constituye toda obra arquitectónica, el ámbito en que cobra figura toda torre, es el espacio sujeto a la ley de la gravedad, y el único ademán capaz de hacerla torre y hacérnosla presente como torre es el aplomo. Quien sí, en cambio se ve es a Galileo, y tan intencionada y peligrosamente columpiado en aquellos más altos balaustres de la parte que está mirando al suelo, que no parece sino que la torre, vencida de expectación y reverencia ante el gran experimento, acaba de inclinarse para siempre por el solo peso de aquel sabio rey de la ley de la gravedad


No sabemos si esta famosa historia es cierta o no, pero en un sólo experimento se demuestra que la física aristotélica falla, y que los cuerpo caen a la misma velocidad independientemente de su masa. Con casos más extremos, como una pluma y una moneda, habría que reproducir el experimento en condiciones de vacío, para que no intervengan las fuerzas de fricción. Esto es lo que Mike Seaver explica a Leo Di Caprio en esta escena:




lunes, 1 de enero de 2018

EL ASTRÓNOMO (WALT WHITMAN) Y LAS PREDILECCIONES LEGÍTIMAS DE LOS POETAS

Cuando escuché al sabio astrónomo;
cuando las pruebas, las figuras, se alinearon frente a mi;
cuando me mostraron los mapas celestes y las
tablas para sumar; dividir y medir;
cuando, sentado, escuché al astrónomo
hablar con gran éxito en el salón de conferencias,
de repente, sin motivo, me sentí cansado y enfermo;
hasta que me levanté y me deslicé hacia la salida, para caminar solo,
en el mismo aire húmedo de la noche,
y de cuando en cuando,
mirar en silencio perfecto a las estrellas



Para empezar el año nuevo sin cansarnos mucho dejemos el comentario de esta entrada a Aldous Huxley, quien en Ciencia y literatura escribió sobre este poema:


Para algunas personas la contemplación de las teorías científicas es una experiencia casi tan maravillosa como estar enamorado o contemplar un atardecer. Whitman no se contaba entre ellas. Como ser que gozaba y sufría, los hechos y las hipótesis de la astronomía lo dejaban frío; prefería el silencio y las estrellas. En el caso de un poeta, esta es una predilección completamente legítima