lunes, 18 de julio de 2016

DERROTA DE BILL GATES (JOSÉ EMILIO PACHECO, ANTONIO ARIAS) Y LA DESCONEXIÓN



Después del gran calor y el brillo intolerante del sol
la tormenta eléctrica,
la lluvia que no anunció su llegada.
Y el trueno inmenso, emperador de los aires,
hace que el mundo estalle en los conductores eléctricos,
borra la luz,
nos deja en las tinieblas incomputables
y nos vuelve por un instante
sombras de un mundo antiguo sin electrónica,
aprendices de espectro, aire en el aire.



Recuerdo perfectamente la primera vez que navegué por internet. Es un placer que los llamados nativos digitales no pueden comprender. Casi pierdo entero el segundo año de carrera porque pusieron unos ordenadores con internet en la facultad. 
Ahora me impongo períodos de desconexión, como un yonqui, para disfrutar del 'aire en el aire' y huir del entretenimiento total, del samizdat de La broma infinita que te deja amamonado

lunes, 4 de julio de 2016

LA MÁQUINA DE JOSEPH WALTER (GONÇALO M. TAVARES) Y LA ANATOMÍA DE LA MANO

Había abierto el libro de Anatomía por el capítulo titulado:’Mano’.
Las figuras se sucedían en distintas posiciones, siempre con los cinco dedos.
Joseph Walser se fijaba por primera vez en aquellos nombre. Nombres de cosas que poseía desde hacía mucho tiempo. El ‘músculo oponente del pulgar’, el ‘retináculo de los flexores’, el ‘aductor’, el ‘abductor’.
El esquelto de la mano lo impresionaba. En la zona de la muñeca había ocho pequeños huesos amontonados: ‘huesos del carpo’, leyó. Después, entre la muñeca y los dedos, cinco huesos del metacarpo, uno para cada dedo. Cada uno de los dedos tenía aún tres huesos consecutivos, ‘como los vagones de un tren’, murmuró, con nombres casi infantiles: ‘falange’, ‘falangina’, ‘falangeta’. El pulgar era aquí la excepción: tenía solo dos falanges en lugar de las tres que contaban los demás dedos



Hoy nos ponemos serios con un terrible testimonio personal. El 30 de abril de 2013 me corté un tendón de un nudillo mientras cortaba jamón. Fue un corte pequeño, de hecho tuvieron que abrirlo más para poder coserme. Tuve que llevar una escayola tres semanas y otras tres semanas de rehabilitación. En la sala de rehabilitación había gente que estaba de verdad hecha polvo y a mí me daba vergüenza ir para hacer manitas con la enfermera.
Los primeros días, como los toreros recién corneados decía que estaba deseando recuperarme para volver a cortar jamón, que esto no me iba a retirar. Pero me he retirado y ahora solo consumo jamón cortado y envasado. 
Desde este blog quiero decirle a los chavales que de esto se sale y que el jamón cortado y envasado es una opción digna.