lunes, 23 de octubre de 2017

EL ÚLTIMO LECTOR (RICARDO PIGLIA) Y LA LECTURA AL CALOR DE LA ÓPTICA

Primera cuestión: la lectura es un arte de la microscopia, de la perspectiva y del espacio (no sólo los pintores se ocupan de estas cosas). Segunda cuestión: la lectura es un asunto de óptica, de luz, una dimensión de la física



El autor hace esta reflexión a partir de una escena en la que Madame Bovary lee en un tren con una lámpara. Son muy importantes las condiciones en las que uno lee, no sólo las relativas a la Óptica, la comodidad también cuenta. En la propia casa lo tiene uno fácil (os recomiendo un POAG de IKEA de espaldas a una ventana). En el exterior es más difícil hacerse con un buen sitio. Cuando espero a que mi hijo salga del inglés me gusta leer, pero me cuesta encontrar un buen banco donde hacerlo porque los ancianos siempre ocupan los mejores.
Todas las mañanas en los parques de España se libra una batalla silenciosa entre los jubilados y los yonquis por hacerse con los mejores bancos.

4 comentarios:

  1. Me parece bien que Madame Bovary leyera al menos en el tren.Al menos algo bueno hizo pues en la novela queda tontisma: a su Charles que era un pedacico de pan lo maltrataba, a su hija ni le echaba cuenta, y ella acabó como acabó la pobre mía. Siempre pienso que su creador se vengó de las mujeres que algo le habrían hecho, con esta novela.
    El ilimitado placer de la lectura está supeditado a la óptica, claro, afortunadamente también al tacto en algún caso.
    Me voy a Grecia y estoy repasando las letras griegas para poder leer al menos los carteles que me encuentre por El Peloponeso. Tengo un librito de griego moderno donde veo los cambios fonéticos que se han producido pero encontrando todo el pasado en las palabras actuales: La cuenta es logariasmós y Eleuzero si el baño está libre, para no hablar de la Plaza de Sintagma, pero escrito con sus deltas y sus épsilon. Ya las generaciones que no han estudiado griego no tendrán este sentimiento que produce la lectura de una lengua antigua por el hecho de ser escritura, o sea lenguaje

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  2. Dear woman
    Buena estancia en Grecia. Esto dice Piglia en el mismo libro sobre la Bovary:
    "Si tuviéramos que acuñar una fórmula, irónica, podríamos decir que el modelo perfecto del lector masculino es el célibe, el soltero a la Dupin, mientras que el modelo de la lectora perfecta es la adúltera, a la Bovary"
    El último lector, Ricardo Piglia, pág 143

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  3. pedro lópez garcía4 de noviembre de 2017, 11:49

    Hola. Me parece que la mayor incomodidad para proceder a la lectura, al menos para mí, mana de mis cuitas, de mis entresijos. Luego, para hacerlo en espacios públicos o abiertos, generalmente no estamos en un país que nos lo facilite. Recuerdo cualquier paseo por calles de Poitiers o de Mulheim donde el silencio no era momentáneo o casual, sino que los parques y las calles te invitaban a profundizar en tu libro y muchas veces con ríos próximos . Ocurre en muchos sitios de Europa sin necesidad de que se trate de valles o lagos.

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  4. Estimado Pedro:
    La mezcla de móvil e internet también puede llegar a perturbar la lectura en gran medida. Yo procuro no llevarlo en esas ocasiones o ponerlo lejos de mi alcance.
    Respecto al ambiente en los espacios públicos españoles, reto a cualquiera a que intente leer diez página seguidas en La Caleta de Cádiz, donde los estímulos sobrevienen para todos los sentidos. No hay lugar más distraído, yo allí no soy capaz de leer, más me apetece callar, mirar, oír, aprender y anotar en un cuadernito.
    Saludos cordiales

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